Lo mismo digo yo, se suponía que tendría más tiempo para prepararme para su llegada.
-De todas formas no nos incumbe, ven por favor- El jardinero volvió a llamar a mi amigo. -Y le aconsejo a usted señorita que vaya para adentro también a recibirlo- Asentí y me levanté para caminar con los pies descalzos hasta la puerta de vidrio de la sala.
No sabía que hacer. ¿Lo esperaba en la puerta? ¿Me hacía la que no sabía que había llegado?
Opté por esperarlo sentada en la sala con la televisión prendida. Cuando la puerta sonó me levanté de un salto para encontrarme con la imponente mirada que casi se me había olvidado a lo lejos. Sus depredadores ojos marrones al captar los míos deslumbraron una sonrisa un tanto inquietante que llegó a sus labios.
Temerosa me dirigí a su encuentro y él dejó que un par de mucamas se encargaran de su liviano equipaje.
-Por fin te veo de nuevo- Tragué saliva. -Necesito tu cuerpo ahora- Me sonrojé ante su notable imprudencia, no le importaba que otras personas lo escuchen. Agarró mi muñeca con fuerza y me arrastró hasta la primera habitación al pie de las escaleras.
Se notaba que la habitación estaba desocupada ya que lo único que había eran cajas. Agarró mis caderas con fuerza mientras sus desesperados labios apresaron los míos y me dirigió hasta subirme en una pila de cajas para ponerme a su altura. Se posicionó entre mis piernas y yo me sostuve de sus hombros al mismo tiempo que nuestras pelvis se rosaron.
-Tanto tiempo sin hacerte mía joder- Jadeé al sentir su nariz en mi cuello. -Tu olor me embriaga- Susurró para sí mismo. Levanté el cuello para darle más accesibilidad y él aprovechó para morderme la piel de la clavícula con suma lentitud, hacía que estuviera más sensible a su tacto, lento me hacía estremecer. -Espero que hayas descansado estas semanas, porque tengo ganas de tí- Alzó la cara a mi altura y mojó sus rojos labios mientras observaba los míos. -Y no bastará con una sola vez-
Su boca embistió a la mía sin si quiera dejarme tomar aire. Era tanta la fiereza del beso que aunque me sostuviera de sus hombros mi cuerpo se doblaba hacia atrás, sentí una gran mano sostener la parte posterior de mi cabeza para empujarme más cerca de la cara de mi amo, de sus carnosos labios... entreabrí los ojos para encontrarme con su ceño fruncido y los ojos cerrados con fuerza.
Cualquiera diría que estaba concentrado en ganar una pelea, por la expresión de su rostro y por como me atacaba.
Sin separarse de mí me quitó la blusa que cargaba con suma rapidez y me hizo recostarme ahora si por completo sobre la caja, tomó mi delicada mano con la suya que era fuerte y la guió hacia su cuerpo.
Con la yema de los dedos rocé los abdominales debajo de su camisa de botones. ¿Estaba más musculoso?
Su mano no me dejó estar por mucho ahí para mi decepción, sino que la encaminó más abajo, con la misma mano desabrochó su pantalón y rápidamente llevó mi mano a su miembro. Estaba más que duro, más que preparado para penetrarme.
-No me imaginaba que viniera con tantas ganas de... estar conmigo- Solté cuando me separé para mirar mejor donde estaba mi mano, con un calor instalándose en mis ya de por sí sonrojadas mejillas.
Él no dijo nada, solo me despojó de mis shorts mientras sus ojos no demostraban nada más que lujuria. Sus labios estaban hinchados y rojos carmín, ¿Así estaban los míos? Seguramente hasta más. Pero estaba completamente segura que esto no era nada más que una escena de pasión y lujuria desenfrenadas, en esto no había sentimientos de por medio.
Se deshizo de sus pantalones junto con sus boxers en cuestión de segundos.
-Ven- Ordenó mientras me quitaba mi sujetador y se dirigía a mis bragas. -Quítame esto y tíralo al suelo- Me explicó desabrochándose los dos primeros botones de la camisa de golpe. Obedecí y le saqué la prenda con mucha vergüenza, me sentía atrevida haciendo eso a pesar de que él me lo haya ordenado. Una vez ambos teníamos el torso descubierto, me jaló por la cintura para pegarme a su cuerpo, abrió mis muslos posicionando su cuerpo en medio. -Espero que no estés floja hoy, porque te lo haré duro-
Unas pocas semanas de no haber estado con el amo y ya se me había olvidado como se sentía que me penetrara. Mi zona sensible se contrajo al recibirlo, al principio quería pedirle que vaya más despacio, que me dé tiempo para adaptarme a su tamaño, pero no podía pedirle tal cosa.
-¡Ah!- Me quejé cuando sentí su pene llenarme demasiado profundo. -Por favor- Supliqué sin poder terminar la frase.
-¿Por favor, qué? No voy a parar Claire, te aguantas- Asentí sin nada más que opinar. Agarró mis caderas y se impulsó más adentro, casi haciéndome caer, mis uñas se apretaron contra su espalda. -¿Por qué tienes que ser tan jodidamente caliente cuando agachas la cabeza?-
Seguía sosteniéndome de las caderas, empujándome a recibirlo con fuerza cuando se acercaba, provocando un sonoro impacto de nuestros cuerpos. Probablemente cuando esto termine mi zona quedará enrojecida por completo.
-Esto- Pegué un saltito cuando palmeó mi feminidad. -Es la entrada a mi placer- El vaivén de sus caderas era cada vez más rudo, más veloz y profundo. -Te puedes correr- Mi cuerpo se dejó vencer nada más escuchar estas palabras. Sentía que ya no podía sostener mi peso pero J no dejaba de darse placer con mi cuerpo, así que como es obvio tenía que esperar hasta que él así lo decida. -Oh- Apretó mis glúteos con excitación para luego cerrar mis muslos encerrando a su miembro, provocando que lo pueda sentir aún más. -Joder- Llevó mis rodillas al pecho para tener a mi cavidad abierta a su antojo, yo aún me sentía desfallecida, de hecho sentía que era mucho para mí estas sensaciones, que mi cuerpo había recibido ya suficiente, pero obviamente mi deber era satisfacer al amo hasta que esté saciado.
Cada vez sentía como mi vagina apretaba su miembro hinchado y luego lo soltaba provocando espasmos desesperantes y ciertamente incontrolables.
-¡Agh!- Grité cuando él me embistió por última vez. Su pecho estaba agitado y todavía sostenía mi pelvis contra la suya.
-Vamos a irnos de viaje los dos- Finalmente recuperó el aliento. ¿Ah? -Nos iremos a Orlando por Navidad, es con todos mis socios- Se encogió de hombros restándole importancia mientras salía de mí y me tomaba de la cintura para pararme.
-¿Iremos a Disney?- Él frunció el ceño.
-Dije que vamos a Orlando, no precisamente a sus parques-
-Ah- Mis hombros se hundieron claramente decepcionada. -Siempre he querido ir, era mi sueño desde pequeña- El amo me miró por unos instantes, no dijo nada por un tiempo y luego sacudió la cabeza para cambiar de tema.
-Ven- Me tomó de la mano para luego reír de una manera jovial y sexy. -Necesito otra ronda menos salvaje-
-Vino con ganas- Las palabras salieron de mi boca con natural complicidad.
-Estrenaremos tu habitación- Salimos por el pasillo que estaba vacío completamente desnudos. -Todavía tengo ganas de tí-
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¿Se asustaron por la llegada de J? Neee ¿Un poquito? Déjenmelo saber en sus comments ;)
No sé por qué pero disfruté escribiendo este capi y me emocionó la faceta salvaje calenturienta de J♡ ¿Y a ustedes?
Escribanme cuando quieran, no a la timidez ;)
--------> ¿Otro capi?