viernes, 22 de mayo de 2015

Capítulo 6

-¿Acaso te compró ropa para todo el siglo?- Me encogí de hombros.

-Todo lo escogió él- Le dije mostrándole una de las blusas ajustadas.

-Se nota- Respondió haciendo una mueca mientras le caía un mechón rubio en la frente. -Déjame corregir lo que dije, se compró ropa para él, solo que la usarás tú-

-Algo así... supongo que si compra algo es para beneficio propio- Jev que se acercó a ayudarme con las compras enarcó una ceja. -Oh no te preocupes, no es necesario, no quiero distraerte de tus labores-

-Solo tuve que hacer tu almuerzo y el de los demás empleados, el señor Blydon comerá fuera como siempre- Se encogió de hombros mientras cargaba con las bolsas hacia arriba.

-La verdad es que no sé dónde deberías llevarlas, aún no me ha dicho donde me quedaré- Le dije subiendo detrás de él.

-No te preocupes, he escuchado que le decía a Nidia, una de las mucamas, que te prepare la habitación que está al lado de la suya-

-Que mala suerte- Murmuré para mí misma.

-¿Dijiste algo?- Negué con la cabeza rápidamente, aunque Jev se veía de fiar, no quería que nadie más pueda escucharme decir cosas que no debería. -Hmm bueno aquí está, si necesitas algo puedes decirme. Te dejo para que puedas bañarte, cambiarte y puedas esperar hasta que él venga-  Con <él> sabía que se refería al amo. -O también, si quieres, puedes acompañarme, saldré un rato al jardín a dibujar-

-¿A dibujar?- Repetí parpadeando varias veces.

-Sí, eso es lo que estudio, Bellas Artes- Anunció mientras un brillo especial se le instalaba en los ojos. Jev era artista, como yo soñaba ser cuando estaba en el orfanato. -Solo si quieres, no es necesario que me acompañes si no deseas-

-No, no, de hecho me encantaría- Le interrumpí maleducadamente, pero es que cuando se trataba de arte, no podía contener la emoción.

-Oh- Sonrió de medio lado y un mechón cayó sobre su frente, haciéndome querer apartárselo con la mano por alguna razón. -Bien, entonces... después de que comas podemos salir al jardín y de paso tomas algo de aire fresco- Asentí con una genuina sonrisa, era la primera vez que sonreía desde que estaba aquí, bueno en realidad era raro que yo sonriera hasta en el orfanato. Ni para navidad, ya que aunque las personas donaban cosas, las monjas corruptas las vendían, estaba empezando a creer que ni siquiera eran monjas verdaderas.

Luego de comer pollo a los champiñones con ensalada de zanahoria nos dirigimos hacia la gran puerta principal para salir y recorrer el enorme patio del amo, Jev llevaba una libreta A3, lápices 2H y tizas en una mano mientras con la otra me señalaba cosas de la mansión que ya ha dibujado y las que le gustaría dibujar.

-Creo que al final solo quiero dibujar los matices del agua de la piscina- Me avisó para que me siente al pie de esta junto a él. -Y bien Claire, ¿De dónde vienes? ¿De dónde fue que el jefe te sacó?-

-De un orfanato- Jev alzó una ceja rubia a modo de extrañeza.

-Pero obviamente no te adoptó como hija- Dijo obvio.

-De hecho me compró- Agaché la cabeza avergonzada, sin saber cómo reaccionaría Jev. Pero me sorprendí al sentir sus manos callosas alzando mi mentón.

-Hey no te pongas mal- Susurró suavemente. Hubo un silencio incómodo que a los pocos minutos mi acompañante rompió. -Y bueno hablemos de otra cosa mejor... ¿Cuál es tu color favorito?- Reí agradecida por el relajamiento del ambiente.

-El plateado-

-¿El plateado? No es un color favorito muy común- Sonrió de medio lado.

-A lo mejor me recuerda a la luna- Me encogí de hombros-

-¿Qué tiene que ver la luna con tu color favorito?-

-Bueno me gusta como el plateado de la luna baña los océanos nocturnos, alumbra los pasadizos abandonados y se impone ante las estrellas; no importa cuántas haya, la luna siempre sobresaldrá-

-Bueno no siempre lo que más brilla es lo que más atrae- Comenzó mirándome fijamente. -A veces lo callado, lo sombrío y lo solitario también tiene su atractivo...-

-¿Cómo qué?- Dije extrañada.

-Hmm como los desiertos polares, las películas de terror sin duda son atractivas, la lluvia y... tú- La voz le falló un poco al decir la última palabra pero tomó valor rápido para completar la frase. ¿Yo? Seguramente no me había visto bien, o tal vez usaba lentes y no los cargaba ahorita. Porque cualquier explicación es válida para justificar que alguien me diga hermosa... cualquiera.

-No soy atractiva- Aclaré seria.

-Tal vez no ves lo que todos vemos obvio-

-¿Me estás llamando ilusa?-

-No no no- Alzó sus palmas de las manos abiertas, justificándose. -Lo que quiero decir es que... es que... mira Claire, tal vez tú no lo veas, pero eres bonita y nadie tiene el derecho a decirte lo contrario- Me crucé de brazos molesta. ¿Por qué me molestaba que Jev me dijera bonita? Nadie nunca me lo había dicho, tal vez me molestaba porque en realidad me incomodaba el hecho de que sabía que era mentira, me estaba mintiendo en mi cara. -Mira tú, ahora me doy cuenta que cuando te enojas te ves más adorable aún- Comentó sonriendo de una manera que se le achinaban los ojos.

-¿Te estás burlando de mí? Porque la verdad ya estoy acostumbrada-

-¿En el orfanato se burlaban de tí?- Preguntó arrugando la frente preocupado.

-Todos los días de mi vida- Exhalé aire.

-¿Quién te molestaba?-

-Otro huérfano, Twigall- Respondí monótonamente.

-¿Era un chico? Tal vez le gustabas- Pude ver como una sonrisa divertida bailaba en la comisura de los labios del rubio. Solté una risa por la repentina idea del chico con tizas en la mano.

-¿Gustarle?- ¿Era en serio? De todas las hipótesis que podía tener tuvo que soltar la menos coherente. -O sea que porque me quería me molestaba- Alcé una ceja sarcástica.

Yo generalmente no era sarcástica, de hecho no solía contradecir nada de lo que las otras personas decían, pero por alguna razón me sentía cómoda hablando con tanta confianza con Jev.

-Suele pasar- Contestó encogiéndose de hombros.

Luego de eso un silencio abrazador nos envolvió, no uno incómodo, si no uno apacible, tranquilo y relajante. Me sumí en mis pensamientos apoyada sobre mis codos al pie de la piscina mientras el rubio fruncía el ceño al trozo de papel, trazando cuidadosamente cada línea con precisión y difuminando las tizas con delicadeza. Así pasamos varios minutos, o tal vez horas hasta que él rompió el silencio.

-¿Cuándo es tu cumpleaños?- Soltó de repente.

-¿Ah?- Dije perdida entre mis propios pensamientos, me había desconcertado su pregunta.

-Es que ya que estarás aquí un tiempo y yo trabajo aquí... no estaría mal saber algo de tí- Lo miré fijamente y traté de pasar por alto su comentario <<estarás aquí un tiempo>> estaba sentado que pensaba que el amo me iba a botar después de un rato cuando se canse de mí, sabía que probablemente sería cierto, pero no quería cranearlo mucho. Aunque era casi tan horrible vivir aquí como lo era en el orfanato, no tenía donde más ir y gracias a Jev presentía que iba a ser soportable esta nueva vida.

-Es mañana- Susurré bajito.

-¡Mañana! ¿Cómo voy a tener tiempo para comprarte algo?-

-¿Comprarme algo? ¿Para qué?- Pregunté perpleja pestañeando varias veces.

-Como regalo- Dijo obvio.

-¿Regalo por qué?- Sus pupilas me observaron un momento desconcertado para luego hablar con un tono escandalizado.

-¡Por tu cumpleaños! ¿Nunca te han regalado nada por tu cumpleaños?-

-Nunca me han regalado nada, a excepción de la ropa que me acaba de comprar el señor Blydon- El chef abrió la boca impresionado para luego rodar los ojos.

-Lo que te dio el jefe no es un regalo, no es para tí, aunque lo vayas a usar es meramente para su propio placer- Agaché la cabeza avergonzada y triste, entonces nadie me había dado un detalle nunca.

-Entonces supongo que nunca- Dije aún con la cabeza abajo.

-No te preocupes, yo te daré algo-

-No, no es necesario- Comencé, agitando mis manos en su dirección. -Por favor no te molestes-

-Tú tranquila que papá Jev se encarga- Se carcajeó y no pude evitar unirme a sus risas contagiosas. -Mira ¿Te gusta?- Preguntó mientras me ponía al frente el dibujo de la piscina que había hecho. Wow, sencillamente wow, era la piscina más detallada que había visto en mi vida, el propio dibujo mostraba detalles que no me había percatado ni siquiera viéndola en persona, definitivamente este chico tenía talento, la manera en que trazó las líneas del agua moviéndose mientras el agua cambiaba de color dependiendo del ángulo del sol, los azulejos que se distinguen en el fondo, lo hondo de la piscina, todo se podía apreciar como si estuviera siendo proyectado en ese trozo de papel.

-Parece una fotografía- Comenté aún sin habla, el arte me apasionaba, así que me emocionaba ver cosas como esta.

-¿Te gusta?- Volvió a preguntar con ilusión.

Iba a responderle que me encantaba cuando sentí una pesada mano en mi hombro.

-¿Quién te dio permiso para hablar con los empleados, Claire?- La voz grave e imponente del amo se escuchó por encima de mi cabeza.

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Uuuuuuuuhhh bueno bueno, parece que a J no le gusto para nada verla con Jev. Muajaja lo siento bebe pero tendrás que acostumbrarte.

Que piensan de la historia? Y para quienes ya la hayan leído, les está gustando volverla a leer? Claro que ya han de saber muchas cosas pero espero que no les moleste volverá sentir ese misterio sexy.


Dejen sus comentarios si quieren que siga rápido la historia <3 no cuesta nada :3

5 comentarios:

  1. me encanta tu novela yo me quede en wattpad hasta el ultimo capitulo que tu subiste después del accidente de jev. síguela esta muhy buena

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  2. en wattpad me quede en el ultimo capitulo, y me encanta poder revivir de nuevo la historia, porfa sube tus capitulos pronto, tu novela es muy buena :D

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