domingo, 24 de mayo de 2015

Capítulo 8

-Te voy a desnudar- Un escalofrío me provocó un leve temblor por la anticipación de lo que sus palabras advertían. -Pero te va a gustar-

Me hizo un gesto para que lo siga así que caminé detrás de él a través de la gran habitación hasta llegar al cuarto de baño, que por alguna razón incluía dos lavabos, una ducha con muchas opciones de regadera y una tina de cemento que más bien parecía una piscina personal con escaleras y todo adornado de dorado. Me pregunto si es oro de verdad.

-Párate ahí- Me ordenó mientras me colocaba al pie de la tina. -Ahora yo te voy a quitar la ropa como se me dé la gana y tú tienes que mirarme a los ojos, no puedes mirar otra cosa, solo a mí- Un brillo algo oscuro destelló en sus ojos marrones con motes verdes. -¿Entendiste?-

-Sí- Respondí, totalmente hipnotizada por la fuerte aura que desprendía.

-¿Si, qué?-

-Sí, amo-

Una sonrisa lobuna apareció en la comisura de sus labios. -Perfecto- Antes de que me diera cuenta estaba encima de mí abrazándome fuertemente de la cintura y besándome despacio, seduciendo mis labios con el más amargo empalagamiento. Tal como lo había hecho antes, su boca me distraía del verdadero objetivo de él, sus manos acariciaban dentro de mi blusa, agarrándose de mi piel para contener los gemidos de placer. -Vamos Claire, respóndeme el beso, tú también puedes mover tus labios, o tu boca, o lo que mierda quieras- Tentativamente comencé a mover con timidez mis labios, bastante inexperta en el asunto, intentando seguirle el ritmo. ¿Cómo es que el besaba con tanta maestría y yo apenas podía intentar más que sea seguirle? Era como bailar una coreografía de la que no sabes los pasos. Estaba tan absorta en mis movimientos que ni siquiera me dí cuenta cuando el alzó mis brazos para deshacerse de mi blusa. Lanzó la prenda por detrás de su hombro y regresó sus manos a mi cintura, tocando mi abdomen con deleite, volví a temblar involuntariamente, esta explosión de sensaciones era irresistible.

De repente sentí que me cargaba encima de su hombro y me desprendía de mis jeans. Cuando pateó los pantalones fuera de nuestro alcance me puso sobre mis pies otra vez y se alejó un poco de mí, apreciando la vista de mi cuerpo indefenso a su merced, en la lencería a juego negra que él me había comprado.

-¿Qué haré contigo?- Se preguntó a sí mismo, pero no con la intensión de asustarme, si no como si de verdad le preocupara tener que elegir una sola manera de hacerme suya.

-Lo que quieras, eres mi dueño- No estoy segura de por qué solté esas palabras, pero esperaba no arrepentirme. J sonrió de medio lado, divertido con lo que había escuchado.

-No sabes cuanto me excita que digas cosas así, en verdad te prometo recompensarte por eso- Se acercó a mí rápidamente y por un segundo me asusté pero luego me sorprendió al ser cargada en brazos, como los recién casados, solo que él agarraba más mi trasero que mi espalda. No fuimos muy lejos, solo me llevó hasta los lavabos y me sentó en medio de estos, pero aún así su baño de por sí era gigante. -Quédate quieta o si no te castigaré- Tragué saliva y miré hacia un lado nerviosa.

El amo se agachó y abrió con rudeza mis piernas para luego correr mis bragas hacia un lado, luego metió un dedo, lo que me hizo pegar un respingo. -Te dije que quieta- Movió el dedo en círculos y tuve que contenerme para no desobedecerlo. -Solo relájate, mi objetivo es que tú también lo disfrutes- Asentí y recargué mi cabeza hacia atrás para tratar de relajarme. Él aprovechó mi distraimiento para bajarme las bragas hasta los tobillos. No me importó sentirme expuesta, solo intenté seguir las órdenes del amo y disfrutar. -Que imagen para más sensual- Dijo, haciéndome sonrojar.

Sacó su dedo para luego acercar tentativamente su cara a mi sexo. Me paralicé nerviosa.

-¿Qué va a hacer? Por favor no...- Interrumpió mis súplicas haciendo lo que más temía... me besó ahí. Al sentir como sus labios rozaban los pliegues de mi feminidad casi me desmayo de la vergüenza, el suave tacto de su boca invadiendo mi privacidad era algo que no se podía comparar con nada, nervios que ni siquiera sabía que existían parecieron cobrar vida en mi cuerpo. Con sus manos separó mis pliegues hacia un lado cada uno, para poder tener más accesibilidad y sin ningún tipo de aviso, introdujo su húmeda lengua en mí. Un gemido de placer se escapó desde el fondo de mi pecho.

-Eres muy estrecha, ni siquiera sé cómo carajo entré en tí las otras veces- Quería responder algo, pero mi cuerpo no me respondía, en ese momento era todo sensaciones y el aire que soltó el amo J al hablar provocó una sensación simplemente exquisita. Quería decirle que pare, que se detenga y que deje de torturarme de esta manera tan vil, pero aunque hubiera podido articular palabra sabía que no tenía derecho a exigirle algo a mi dueño, me lo había dicho muchas veces, mi opinión no importa.

Una corriente eléctrica recorrió mi anatomía cuando el amo mordió mi clítoris, produje un grito sordo cuando bajé mi mirada hasta él y me encontré con la imagen del hombre imponente saboreando el capullito rojo que sobresalía de mi vagina, al darse cuenta que lo observaba chupó sin piedad este, haciendo que mis piernas se cierren involuntariamente, envolviéndolo a él. Me abrió las piernas de nuevo a la fuerza y su lengua lamió toda mi zona.

-Eso Claire, córrete para mí- Dijo cuándo una extraña sensación me invadió, sentía que dentro de poco mi cuerpo iba a explotar y que no quería detenerlo. -Estás cerca, juro que después de esto te follaré tan fuerte que lo recordarás por el resto de tu existencia- Esto último fue suficiente para dejarme caer al vació, mi cuerpo no resistió más y por primera vez sentí lo que era un orgasmo, era algo desgarrador y el placer más grande que jamás me hubiera imaginado sentir, ahora sabía porque muchas personas estaban obsesionadas con el sexo. Mientras me corría J no dejó de hacer círculos con su lengua en mi sexo, lo que hizo que extrajera hasta la última gota de placer de mi orgasmo. El hombre alto no esperó a que me recuperara y me cargó hacia la tina con adornos dorados, me dejó sentada al pie de las escaleras para sacarse los zapatos y luego jalarme hasta debajo de la regadera que incluía la tina, se quitó la corbata antes de agarrarme las muñecas.

-Te amarraré a la llave, de tí depende si nos mojamos. Si te mueves mucho la regadera se activará y la ropa se nos emparará- Alzó mi mentón y dejó que su mirada me intimidara. -No me importa verte con el brazier mojado- Susurró seductoramente.

-Pero usted también se mojaría- Comenté frunciendo el ceño.

-Entonces aprovéchalo- Su expresión no me decía nada, pero quería creer que me daba luz verde para tocarlo por mi cuenta... cosa que sorpresivamente había querido hacer desde que su cabello me había hecho cosquillas entre las piernas. Lo miré durante unos segundos y luego asentí de acuerdo. Llevó mis manos hacia la llave y las ató con un nudo un tanto difícil de sacar.

El amo se acercó como si fuera a besarme, inconscientemente cerré los ojos y entreabrí mis labios, pero el beso nunca llegó, abrí los ojos para ver que ocurría pero solo me encontré con J sonriendo divertido, pestañeé varias veces confundida. ¿Qué había pasado?

-¿Quieres que te bese? Ruégame-

-¿Qué?-

-Arrodíllate Claire, suplícame un beso- Fruncí el ceño. ¿Era en serio? Suspiré y lo miré, ¿De verdad tenía que pedirle un beso? -¿Y bien?- Suspiré resignada, bajé mi cabeza y me recordé a mí misma que no podía desobedecer a este hombre. Al arrodillarme la llave de la regadera se abrió, goteando justo en el espacio entre mis pechos. -Viéndote así solo puedo pensar en chuparte los senos, pero claro, ya tienes mis marcas en ellos- Alcé la cabeza para ver su expresión. -Agacha la cabeza, me gusta verte así- Hice lo que me dijo y ví como sus pies descalzos se acercaban a mí, sentí su gran mano reposar en mi cráneo, revolviéndome el cabello como a una mascota. -Dí que me perteneces, dí que cada parte de tu cuerpo es de mi propiedad. Dilo pelirroja dilo-

Me tembló la voz, por poco y el nudo que se había formado en mi garganta me iba a asfixiar, pero no lo hizo.

-Eres mi dueño, sé que no importa nada de lo que piense porque usted dirige toda mi vida, todo lo que soy, todo lo que hago es para y por usted. Acepto el hecho de que no me pertenezco y acepto el deber de tener que complacerlo- Lamí mis labios que estaban secos a pesar de que el agua caía. -Soy suya-

Por un momento no hubo ningún otro ruido que la regadera. Una mano se posó en mi mentón, alzándome la vista y lo primero que mis ojos captaron fue el brillo de los ojos marrón chocolate de mi comprador, al principio estaba serio, pero luego una sonrisa que nunca había visto bailó en la comisura de sus labios.

-Me encantas- Se lanzó sobre mí y me dio el anhelado beso, no importaba el lugar ni el tiempo, ni la dureza de sus actos, ni siquiera el hecho de que se me estuviera acabando el aire, solo quería saborear de su boca mezclada con el agua y mi propio sabor.

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Quien quiera que le dedique un capi (nadie ahora) solo dígamelo.
La verdad si es algo deprimente comparar la cantidad de lectores que ten
ía antes a los de ahora, pero ahí vamos J
BESOS


Otro capi?

10 comentarios:

  1. SISISIISS OTRO CAPITULO!!!!!! Por favor, sube hasta cuando están en Orlando! Dedícame un cap por favor, te leía desde wattpad!

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  2. No te pido q me dediques un capitulo pq ya lo hiciste-aunque lamentablemente ya no existe -perooo estoy contenta. Creo q tengo hasta el screenshot xD que mal me va /-\ Pero buej. Me di cuenta de algunos mini chiquititos cambios que hiciste o quizas soy algo despistada, pero ADOROO volver a leerte \0/ #SubeCapiYa!

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    1. Era "yerenice" xD Super Mega Originaal
      Me dedicaste el primero de la segunda vez que subiste OTS

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  3. Otro mas espero con ansias llegar a donde me quede

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  4. Me encanta*-* Sube otro cap 😍Una duda. ¿Los capitulos tiene modificaciones,o estas subiendola igual que en wattpad?

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