sábado, 23 de mayo de 2015

Capítulo 7

-Na nad nadie...- Respondí nerviosa mientras me enfrascaba en el fuego que había constantemente en los ojos del amo, que ahora me daba cuenta tenían pequeñas salpicaduras verdes en su iris marrón chocolate.

-Entonces ¿Por qué lo haces?- Agaché mi mirada sin saber que responder, estaba claro que iba a guardar silencio hasta que seguramente J decida castigarme.

-Esto... creo que fue mi culpa jefe, después de ayudarla con sus bolsas, como estoy seguro que usted hubiera querido, la vi algo... agitada y le ofrecí tomar aire fresco, no creí que hubiera problema mientras sea dentro de su residencia- Jev se encogió de hombros, no estaba segura de si por quitarle importancia al asunto o porque mi comprador lo intimidaba. El amo J lo estudió analíticamente durante unos segundos y luego dirigió su atención de nuevo a mí.

-Tienes permiso para estar por la mansión siempre y cuando te portes bien- Pude ver como el rubio se encogía ante un escalofrío. -Entiendo que busques algo que hacer mientras no esté, pero no cometas estupideces ni intentes escapar porque hay personas que vigilan- ¿Fue mi idea o esto último lo dijo viendo a Jev? ¿Estaba advirtiéndole algo? -Y no quiero tener que poner a cargo a alguien de todo lo que haces- Asentí sumisamente y luego me levanté antes de que el amo me haga hacerlo. El hombre imponentemente alto me hizo un gesto para que caminara delante de él, por lo que ni siquiera me molesté en despedirme de Jev, no planeaba causarle más problemas.

El amo caminó detrás mío un rato, pero no muy lejos de donde estaba el chef de la casa me besó posesivamente, introduciendo su lengua y atacando la mía como si de una guerra se tratara... me gustó. Me gustó el modo en que sostuvo mi cintura para acercarme más a su boca, aunque yo no tenía mucha experiencia besando (aparte de él), sabía que había sido un buen beso. Cuando se separó de mí sostuvo mis muñecas firmemente y miró directamente a mis ojos grises de cachorrito frunciendo el ceño.

-Vamos- Tiró de mí, envolviendo mi mano con la suya y así me condujo hacia la casa, dejando atrás al rubio que seguramente seguía al pie de la piscina. Subimos hasta lo que supuse era la habitación del amo, nunca antes había estado ahí, así que cuando abrió la puerta mis ojos vagaron por toda la estancia, las paredes rojas algunas y blancas otras, la cama blanca adornada por madera negra tallada, muebles blancos con cojines negros, una guitarra en la esquina más alejada, un televisor pantalla plana en la pared contraria a la gran cama... pero sorpresivamente no había ningún papel por ningún lado, creí que por ser hombre de negocios todo iba a estar regado por todas partes, pero por el contrario estaba más nítido que cualquier otro lugar que haya conocido, impecable, frío y calculadamente arreglado, justo como su dueño era.

-Esta vez- Comenzó susurrando en mi oreja, con su boca a escasos milímetros de mí. -Quiero que sea diferente- Murmuró seductoramente. Me estremecí.

-¿Co co cómo diferente?- Tartamudeé, esta situación me ponía nerviosa por alguna razón.

-Tú me vas a ayudar esta vez, quiero que tú también sientas placer- Apoyó su cabeza en mi hombro mientras besaba este y bajaba su gran mano hacia mi zona más sensible. Contuve la respiración. -Sé que tú también puedes excitarte, quiero ver de lo que eres capaz- Metió su mano dentro de mis bragas sin pudor alguno, pero aún así lento, moviendo su mano tan despacio que sentía chispas desde mi feminidad hasta la boca de mi estómago. Me acarició un momento, un poco brusco, pero de alguna manera... placentera. Comenzó a besarme, al ritmo que su mano se movía allí abajo, era un baile sincronizado, después, de un momento a otro estiró su dedo corazón para entrarlo en mí, mientras me distraía con su boca (que había hecho aparecer la lengua al mismo tiempo que aparecía su dedo en mi sexo) para que no piense mucho en lo que ocurría dentro mío. Era un mar de sensaciones que me era imposible decidir por cual irme, era consciente de que cada vez aumentaba dedos para explorarme, pero me desconcertaba la habilidad de sus labios, instintivamente subí una de mis manos hacia su mentón con inseguridad, en un intento involuntario de besarlo más cerca.

-¿Ves que si sabes cooperar?- Dijo en tono burlón, separándose de mis labios. -Creo que ya vas entendiendo quien soy yo- Me soltó sin más, dejándome anonadada y algo perdida. -Prepárate Claire Himmelriech porque antes de que cumplas dieciséis conocerás de lo que soy capaz-


Porfis porfis porfis comenten si les gusta la trama, la complejidad en la personalidad de J, la inocencia de Claire o incluso Jev.


Es un gran apoyo para mi cada uno de sus comentarios y no les cuesta nada. Subiré el siguiente capi cuando haya 7 comentarios J no es mucho, ustedes en wattpad conseguían 300 votos y 100 comentarios en un día ;)

8 comentarios:

  1. Dime que este cuenta por dos comentarios jajaja :P

    ResponderBorrar
  2. Sabes, es muy triste que después del éxito que tuvo la novela en wattpad ahora solo la lean unas cuantas personas, aunque tal vez si continuas desde el capitulo 25 los demás se animen a leer
    Bueno de la manera en que decidas hacerlo te seguiré apoyando ;-)
    PREGUNTA: Vas a seguir dedicando capítulos ???

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Continuare la historia hasta el final aca y pues subire la entevista tambien aqui ;)

      Borrar
    2. Aaaa ok gracias por aclarar mi duda ^-^

      Borrar
  3. A disculpa pero , aun vas a subir la entrevista de Jayce , y si la llegaras a subir en donde la publicarías??

    ResponderBorrar
  4. Sigue me encantó que encontrarás la forma de volverla a subir. La amo.

    ResponderBorrar